Empiezas a pensar cosas del pasado, a revivir momentos, a recordar cada detalle tal y como fueron, total, ya nada de esto duele ¿verdad? Pero te paras, piensas, y miras hacia los dos lados, luego de frente y te das cuenta de que ya está, ahí quedó todo. Ya no te quiere, no te escucha, no te entiende, no hablais, no os reís, ya no está ahí, no te echa de menos, ni volverá nunca más. Miras hacia arriba, luego agachas la cabeza y lloras. Y ahí es cuando te das cuenta de que no, que eso de 'total, ya nada de esto duele' es una mentira. Porque sí, aún duele.
No hay comentarios:
Publicar un comentario