La felicidad es para los valientes, para los que sacan una sonrisa en sus peores días, para los que se atreven a conformarse y a quedarse con las sonrisas y las siestas a destiempo, con las miradas desenfocadas a 5 milímetros de tu boca, y saben olvidar las lágrimas y los días grises. Está en manos de quienes saben convertir en dulce el más amargo de los cafés de un lunes, o un martes, o de todos los días. Siempre estamos a tiempo de equivocarnos, aunque arreglarlo no será tan fácil como insertar una nueva moneda y darle a play. Y me preguntas que si estoy segura de estar aquí y ahora... y sonrío. Démosle al play y a lo demás... A lo demás, que le den.
domingo, 25 de marzo de 2012
llámame sin la LL
La felicidad es para los valientes, para los que sacan una sonrisa en sus peores días, para los que se atreven a conformarse y a quedarse con las sonrisas y las siestas a destiempo, con las miradas desenfocadas a 5 milímetros de tu boca, y saben olvidar las lágrimas y los días grises. Está en manos de quienes saben convertir en dulce el más amargo de los cafés de un lunes, o un martes, o de todos los días. Siempre estamos a tiempo de equivocarnos, aunque arreglarlo no será tan fácil como insertar una nueva moneda y darle a play. Y me preguntas que si estoy segura de estar aquí y ahora... y sonrío. Démosle al play y a lo demás... A lo demás, que le den.
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